jueves, abril 07, 2022

Oligopolios

 Oligopolio

Situación del mercado en la que el número de vendedores es muy reducido, de manera que controlan y acaparan las ventas de determinados productos como si hubiera monopolio.


Que en España existe un oligopolio en la energía una verdad que no se le escapa a nadie.

Que los Gobiernos alternativos, de PP y PSOE, lo conocen y lo permiten puesto que su jubilación depende de que la puerta giratoria funcione cuando su carrera política termine, también es de sobra conocido.

Es por eso que la competencia que existe en otro sector como las Telecomunicaciones, en el que hay una verdadera guerra de precios que beneficia al consumidor, no se traslada a la energía en la que los ganadores son los mayoristas. 

Hoy escribiré sobre todo de los combustibles. Quizá algún día me atreva a adentrarme en el oscuro mundo de la factura eléctrica.

Para entender bien un problema lo primero es tener la mayor cantidad de datos posible.

Vamos a comparar precios. Como sería sesgado comparar el precio máximo con el mínimo en 10 años compararemos con el precio antes del COVID



¿Se enriquece el Gobierno con la subida de precios?

Estos son los impuestos que gravan los carburantes
IEH (Impuesto Especial sobre Hidrocarburos): Es fijo por litro, independientemente de su precio. Aunque sube cada cierto tiempo.

IVA 21% - Aumenta la recaudación con el precio
Cuando la gasolina costaba 1€ se recaudaban 0,21€/l. 
Ahora que cuesta 1,83€ se recaudan 0,38€/l

Con un cálculo rápido comprobamos que en 2016 del euro que costaba el litro el 61% eran impuestos. En 2022, a 1,83€ supone un 46,5% 

Con la bonificación del Gobierno aprobada el 29 de marzo se rebajan 0,15€ por parte del Gobierno y 0,05€ por parte de las gasolineras. 

Así que el exceso de recaudación por IVA se reduce con esta bonificación.
Además, el alto precio del combustible reduce el consumo, con lo que la recaudación baja. 
Esta bajada en las ventas también perjudica a algunas gasolineras de marca, a las que como es sabido las obligan a fijar precios para evitar la competencia, beneficiando a las mejor situadas pero hundiendo a las más modestas.


El problema de subvencionar

Cuando un Gobierno subvenciona algo para bajar su precio, el vendedor se aprovecha de la situación automáticamente eleva el precio de dicho producto para aumentar su margen.
Desde que se aprobó la bonificación en el precio del combustible, el precio del barril de petróleo se ha mantenido entre 110 y 100, bajando ligeramente.
Sin embargo las gasolineras han absorbido su parte del descuento subiendo precios al menos en los 5 céntimos que les tocaba descontar. 
Y todavía no hemos llegado a la Semana Santa, en la que esperamos más subidas.

Nos encontramos con la gasolina en su precio máximo cuando el petróleo está muy lejos de los 144$ que alcanzó  en julio de 2008. 
¿Sabéis cuánto costaba la gasolina entonces? 1,27€ (con el IVA al 16% y el IEH a 0,37/0,28)


Un caso particular: El negocio del GLP

El Gas Licuado del Petróleo utilizado como carburante se denomina Autogas y está formado por un 80% de propano y un 20% de butano. 
Se considera una alternativa al Diesel menos contaminante. Un paso intermedio hacia la transición eléctrica. Por esa razón su IEH es de sólo 6 céntimos por litro.
No he encontrado datos sobre lo que le cuesta el GLP a las gasolineras, solo del precio final.



El GLP, que no depende de la cotización del petróleo, se ha venido encareciendo en los últimos años en las gasolineras. En mi opinión estas son las dos principales razones:
  1. Aumento de la demanda: cuando compré mi coche de GLP en 2016, sólo se matricularon 1530. En los últimos 4 años se matricularon 66000€
  2. Poca oferta, poca competencia: aunque el número de gasolineras que ofrecen GLP ha crecido, siguen siendo pocas. Por ejemplo en la provincia de Segovia o Teruel hay 4 surtidores y en Albacete, 8. Casi siempre situados en las autovías. Además, de las 809 gasolineras en España que ofrecen GLP, 414 son de Repsol, por lo que la facilidad para pactar precios es total. 


Migas para hoy, hambre para mañana

Los gobernantes de nuestro país son muy dados a pensar a corto plazo, a menudo poniendo tiritas populistas a hemorragias económicas o sociales. La ausencia de pactos entre los dos grandes partidos nos convierte en un país en el que es difícil tomar decisiones de calado. Además, siempre sobrevuela la sombra de la sospecha de que detrás de cada decisión política existe un interés oculto.
El precio del petróleo seguirá subiendo. Hoy por la invasión de Ucrania, mañana por la crisis del fracking y siempre porque le conviene a los productores, de los que somos rehenes.
La Unión Europea en general y España en particular debemos acelerar la transición hacia la independencia energética a la vez que intentamos reducir el consumo. Porque si este aumenta perseguiremos la autosuficiencia como el burro a la zanahoria.
Desde 1980 hasta 2020 la población ha crecido un 25%. Hemos pasado de 38 millones a 47.
En 1980, con bombillas incandescentes, radiadores y un país más industrializado, pero sin ordenadores, secadoras ni aires acondicionados los españoles consumíamos 2,5KW/h por persona. 
Hoy consumimos más del doble: 5,4KW/h
De los 10 millones de vehículos en 1980 hemos pasado a 35 en 2020, más del triple.
Con estas cifras nunca, por muchas placas solares que instalemos en nuestros tejados, llegaremos a generar la energía necesaria.

Y lo mismo pasa en el resto del mundo, con muchos países en desarrollo que aumentarán su población y su gasto energético. Cada vez más demanda y cada vez menos energía disponible. 
En 1980 éramos 4400 millones de personas y seremos el doble en 2030.
Hemos podido comprobar como una pequeña crisis energética ha hecho que nuestra inflación sea de un 10%. Es un aperitivo para lo que viene a nivel global si mantenemos nuestro estilo de vida.

Fuentes: Agencia Tributaria, Ministerio Transición Ecológica, CNMC

martes, marzo 29, 2022

Adopta a un triste

En las últimas décadas nos hemos encontrado con una corriente positivista que intenta evitar la amargura de sufrir por todo y convencernos de tomarnos la vida de otra manera.


No entraré mucho en valorar las intenciones de cada orador. 

A veces sólo se trata de ayudar, de dar herramientas a las personas para saber manejar las situaciones negativas

Otras veces percibo un interés sociopolítico muy propio del Mundo Feliz de Aldous Huxley. La gente feliz se queja menos, produce más y también gasta más. 


Entiendo que ayuda a mucha gente el pensar que esto se puede cambiar, pero a veces requiere demasiado esfuerzo. Y quizá genere más tristeza el luchar por ser alguien que no eres.


En mi opinión creo que el ser una persona alegre o triste es un rasgo más, como la tendencia a engordar o a ser delgado, que ya empieza a ser aceptada en nuestra sociedad. 

Si tiendes a ser alegre, tratarás de serlo hasta en los peores momentos. 

Si tiendes a la tristeza, no disfrutarás ni de los mejores.


Las charlas motivadoras ayudan a la gente alegre a recuperar su estado natural, pero pueden ser contraproducentes para las personas tristes, alejándolas más de un mundo que también es suyo.


No hablo hoy de la depresión, una enfermedad de la que te puedes recuperar, sino de la tendencia a ver la vida más como un castigo que como un regalo. 

Si normalizasemos la personalidad negativa nos sería mucho más fácil tratar de encontrar el origen, fisiológico o aprendido para poder cambiarlo desde la raíz.

Seguramente ser una persona pesimista provoque muchas enfermedades. También seguramente prevenga muchas otras. Pero, en cualquier caso, alguien triste no disfruta de su condición.


Deberíamos comenzar a aceptar y a querer a la gente triste, en lugar de considerarlos tóxicos por su negatividad. Es en verdad una tarea agotadora, que pone a prueba nuestra fortaleza mental, ya que tienden a llevarnos a su terreno como nosotros intentamos llevarlos al nuestro.

Ayudarles a llevar su carga me parece mucho más útil que tratar de convencerles de que no hay ninguna carga.


Pactemos un término medio. Porque la vida no sea tan maravillosa como yo la veo, pero tampoco tan horrible como tú la ves.


Adoptemos a la gente triste. Quizá sea la que, por experiencia, más nos pueda ayudar cuando peor nos encontremos.

sábado, noviembre 20, 2021

Trocitos de verano

 Comprábamos trocitos de felicidad

semanas de nuestra vida que pasábamos 

entre vodka francés y el bar de Manolo

bajo el eterno sol de las Canarias

y con esa sensación de que la vida había venido para quedarse


Largos paseos arreglando el mundo

hablando cada vez menos del pasado y mucho del presente

con la arena de las dunas a un lado y el eterno Atlántico al otro


Eran los días para encontrarse a uno mismo

para coger impulso

para mirar el frío de Madrid de lejos 

y planear hacia dónde querías que fuera tu futuro


Para llenarse de vida bajo hojas de palmera

como el oasis en un mundo que se viene abajo


Visitábamos el lugar con más vida de la isla, donde ese puñado de viejos bailaba con la felicidad y la seguridad que da el tenerlo todo hecho en la vida, al son de un saxofonista de sonrisa perpetua.

Cada paso, cada canción, era una lección de cómo vivir la vida.

Y, como ellos, la vida avanzaba rápido a paso lento.



martes, noviembre 09, 2021

Calorías

Entre la publicidad dirigida que permito y acepto de buen grado me llega un anuncio de una ginebra light, mitad de alcohol, mitad de calorías. 

Y lo primero que se me ocurre es que, si tanto nos preocupa engordar y emborracharnos, por qué, en vez de media copa de alcohol y un pelotazo intragable, no empezamos a pedir dos dedos y ya. La mitad de alcohol y, por consiguiente, la mitad de calorías. O mejor aún, en vez de salir y tomar cuatro copas, pues tomamos solo dos. Mitad de alcohol, de calorías y de precio.

Y enlazando calorías y publicidad llegamos a la "regulación", excelente eufemismo de prohibición, de los dulces y similares para niños. Otra vez papá estado ayudando a educar a los jóvenes. Impuestos a las bebidas azucaradas mientras los edulcorantes artificiales son la nueva panacea. Zero calorías. 

Dentro de unos años empezaremos a saber más cosas sobre el aspartamo, la sacarina, el ciclamato, el acesulfamo K, la sucralosa y la stevia.

Pero de primeras sabemos que no sacian y que crean la falsa sensación de que estás comiendo sano. Como no tiene calorías te puedes permitir jalarte la tapita de torreznos que te han puesto al lado.

Si nos estamos convirtiendo en una sociedad obesa tiene tanta culpa el sedentarismo, las videoconsolas, los carteles de "Prohibido jugar a la pelota", Netflix, Glovo y los patinetes eléctricos como los azúcares.

Haría falta más educación y más conciliación para que los padres cocinen en casa (y más ganas de cocinar también), pero sale más barato prohibir.


Yo, mientras, vivo con el miedo a dejar de encontrar una Pepsi normal, con mis 9 terrones de azúcar, de que me quiten los donuts fondant y las palmeras gigantes de chocolate. De no poder desayunar chocolate con porras.


Y a veces me da por pensar en que lo "light", como lo rosa, siempre es más caro. 

A ver si van por ahí los tiros. 

A ver si es que nos están tomando otra vez por gilipollas.


jueves, octubre 07, 2021

Torres y, al final, el mar

Era aquella década de los 20 en la que el tiempo no pasaba. 

Entre desamores y noches largas.

Recorriendo kilómetros de asfalto entre molinos y las eternas rectas de la meseta castellana para llegar, de madrugada, a la ciudad de las torres y los neones. 

De lo que nunca fue y nunca pudo haber sido.


Sueño. Sueños. Risas. No se lo que será de mi vida, pero si lo que quiero que sea.

Cuando has estado toda tu vida atado a algo, tus padres, tus estudios, cómo comportarte, cómo vestir... sólo ansías liberarte de todas esas redes que apresan tus alas.

La libertad es mi flecha amarilla, mi destino, pensaba en aquella playa cuando entre sorbo y sorbo escondíamos la botella en la arena.


La libertad es del color azul del cielo que sobrevuelan las gaviotas. Sin nubes.

Del mar tranquilo por el que se desliza silente un velero. Sin espuma.







La bandera de la paz es celeste y turquesa. Nunca blanca.