jueves, octubre 28, 2004

Redacción: El paraguas

Aunque pueda parecerlo por su nombre, no paran el agua, lo que hacen es desviarla para otro lado. El agua solo se para cuando se congela pero los congeladores no se llaman paraguas porque los paraguas se inventaron antes.
Un paraguas es una sombrilla para cuando llueve, aunque hay viejas que los usan tambien
cuando hace sol porque cuando llueve y salen de la peluquería llevan una bolsa del Alcampo
en la cabeza.Hay paraguas de todos los tamaños y colores. Los hay familiares, que los abres y puedes jugar un partido de fútbol sin mojarte, y los hay muy pequeños, que se te moja el hombro porque solo te tapan la cabeza.Suelen ser negros, porque así cuando lo dejas en el paragüero te puedes llevar el que quieras.
Tambien los hay de publicidad. Tu llevas un paraguas de Fortuna, aunque no es ninguna fortuna que llueva, porque de rodillas para abajo te calas enterito, aunque lleves paraguas o chubasquero.Hay gente que se tapa con el periódico, pero al final se les cansa la mano porque cuanto más se moja, más pesa. Si el mango del paraguas acaba en gancho te sirve para colgar una bolsa y llevar la otra mano en el bolsillo, para que solo se te congele una.Caminar con un paraguas es todo un reto, una guerra personal por ocupar un sitio. Cuando tu andas sin paraguas solo te tienes que preocupar de 2 dimensiones (delante/detrás y izquierda/derecha), pero cuando llevas paraguas aparece una más: arriba y abajo. Los cruces entre gente con paraguas son como los desafíos medievales con lanza y a caballo: a ver quien levanta primero, a ver quien se quita... Lo mejor es inclinar un poco el paraguas hacia delante y arrasar con todo, como los antidisturbios.

Los paraguas tienen sus propias normas: no se abren en un sitio cerrado, no por superstición sino porque es una gilipollez solo comparable a llevar gorra y gafas de sol por la noche. La excepción a ésta norma es que pueden abrirse para secarse en el baño y que no huelan mal.
Hay otra norma que recomienda que el paraguas lo lleve siempre la persona más alta, para que
ésta no se clave las varillas. Esta norma perjudica al más bajo, que se cala enseguida.El paraguas se olvida frecuentemente en cuanto sales de algún sitio y ya no llueve, es un objeto incómodo de llevar pero bastante útil en momentos puntuales.
Cuando sopla mucho viento los paraguas se dan la vuelta y ya no hacen su función. Es una situación ridícula aunque nos haya pasado a todos. Aprovechamos para reirnos como cuando se resbala alguien porque sabemos que cuando nos pase a nosotros seremos el hazmerreir.La tecnología también llegó a los paraguas, haciédolos más pequeños, plegables y telescópicos. Quizá en el futuro tengamos paraguas con MP3 o quizá acabemos con la bolsa de plástico en la cabeza y el logo de Alcampo desteñido tatuado en la cara.

martes, octubre 26, 2004

Copia de seguridad

Es recomendable hacer una copia de seguridad de los datos importantes del disco duro.
Aquí tenemos unas declaraciones de uno de los más prestigiosos informáticos de Pinilla de Buitrago, D.Alfonso Menéndez:
A lo largo de mi vida he visto morir varios discos duros en los que los datos quedaron completamente ilegibles. Las causas fueron muy variadas, desde fallos en la partición hasta golpes externos. En todos los casos, ésta pérdida supuso un daño moral y/o económico importantísimo para el usuario.

A ver si me mandan de una vez el disco duro nuevo, que tengo a mi madre haciendo guardia en la puerta. Es lo malo que tiene comprar por internet, que no puedes elegir a que hora recoger el pedido. Como mucho dices si te viene bien mañana o tarde.

Rousinha no ha encontrado ningún sitio para irnos éste puente. Supongo que la mejor opción será ir a Pinilla. ¿Cómo será Pinilla sin Laura? La verdad es que es algo que no me había preguntado en 12 años que llevo yendo allí. De lo que estoy seguro es de que la voy a echar un montón de menos, despues de casi un mes viéndonos todos los días.
Bueno, voy a proponer a la Rose un plan de pelis+excursiones otoñales con safari fotográfico+tetris+dieta de Pinilla. Y tan ricamente. A ver que me dice.

Ya estamos metidos de lleno en el frío y la lluvia de otoño. Justo ahora que se acaba. Ayer llovió algo, pero ésto se parece cada vez más a los chaparrones de verano. El tiempo va un mes descompensado. Seguramente empiece a nevar a mediados de diciembre y siga nevando en abril.
Pero en Madrid da igual que caigan 2 gotas que 2.000. La gente se empieza a dar leches en cuanto llueve. Y se forman atascos de los buenos, como los de Plaza Castilla cuando todos pitan y no se mueve ni Dios. Que deprimente debe ser vivir en Plaza Castilla.
Menos mal que el ayuntamiento toma medidas como por ejemplo los vigilantes del carril bus, que van multando a los coches que aparcan en dicho carril porque obstaculizan al transporte público. Eso sí, ellos dejan su flamante Smart en el carril bus. ¿Qué sentido tiene eso?
¿Y por qué la gente sale corriendo de la línea 10 de metro en Pza.Castilla? ¿Pierden algún autobús? Algún día me gustaría preguntarle a alguien, pero van demasiado rápido y parecería que me ha robado algo.
Yo tambien suelo ir con prisas, en Madrid siempre se va con prisas, pero seguro que hay una vida mejor, sin madrugones ni cola del autobús. Seguro que hay una vida tranquila, en la que todos los días son domingos.

jueves, octubre 21, 2004

El chico de los triángulos

Esta mañana subía desde Gregorio Marañón hacia el curro y me he encontrado una imagen tan divertida como triste. Había un coche parado en el lado izquierdo de la calle, con dos ruedas subidas en la acera y las luces de emergencia puestas. Un poco más alante, un chico de unos 14 o 15 años dejaba con sumo cuidado un triángulo reflectante en el suelo. Sigo subiendo y me encuentro detrás de coche, a unos 7 metros, el otro triángulo estratégicamente colocado.
La madre ponía cara de circunstancias. "La falta ponerse el chaleco" - pensé yo.
Ahora que tan de moda se ha puesto lo del carnet por puntos, ese que si te lo quitan te tienes que volver a examinar, propondría a la Dirección General de Tráfico volver a examinar del teórico cada 10 años, aprovechando que también volvemos a hacer el examen psicotécnico. Más que nada para que la madre con cara de circunstancias se enterase de como se usan los triángulos, entre otras cosas.
Y ya puestos a proponer, que le cambien el nombre de DGT a Dirección General de Atascos y Colas, porque con las que tienen en las carreteras y las que tienen en sus oficinas justificarían ampliamente las siglas DGAC.
Siempre me estoy metiendo con la gente. Parezco un cascarrabias y peco de la susceptibilidad que denuncio, así que voy a reconocer tambien mis errores. Tambien yo debería dar un cursillo de reciclaje para aprender las nuevas normas de circulación. Como la que dice que para frenar en ciudad se encenderán dos luces rojas en la parte posterior pero para frenar en carretera se deben encender además de éstas los 4 indicadores de emergencia. Cuando llevo 2 minutos viendo que llego a un sitio donde hay atasco debo agradecer que el avispado conductor de delante me encienda las lucecitas. Ya ves, menuda emergencia, otro atasco.
Como gusta ver el triangulito rojo parpadeando en el salpicadero...


Tengo que arreglar el coche, el intermitente izquierdo, que parece que vengo empastillado de la ruta del bakalao; los faros, que deslumbran hasta a los aviones y la suspensión, que a veces el coche parece un barco. Y ya que me pongo a ver si cambio el aceite, que mi coche parece la freidora de los Hnos. Ganzo

Menudo estrés tenemos todos con las facturas para la subvención. Hay que entregarla mañana y nosotros tan tranquilos, viendo como se nos quema la casa. Mañana por la mañana intentaré hacer mi parte, ya que no ha podido ser antes. Ya se sabe como funcionan las cosas aquí: tarde, mal y nunca.


martes, octubre 19, 2004

El puto talante

Ya empiezo a estar un poquito harto del "Buen Talante" del gobierno actual. Se que ya escribí sobre algo parecido cuando hablé de la censura en los anuncios, pero es que cada día pasa algo distinto. Ayer leí que querían quitar 4 cabezas de moros del escudo de Aragón, todo porque algún político aragonés se habrá quedado embobado mirando el escudito en una de las sesiones, se habrá preguntado que eran esas cabezas y ha querido hacerse famoso. Esto es como lo de la estatua de Santiago Matamoros en Santiago de Compostela. Ahora vamos a buscar todo vestigio de racismo en nuestra historia para eliminarlo. La Reconquista, de la que nos hemos sentido orgullosos durante siglos es ahora un acto vergonzoso y censurable.
El gobierno, en vez entretenerse con pijaditas de éstas, debería dedicarse a mejorar la calidad de vida de los inmigrantes y las relaciones exteriores.
Tambien molestan las modelos que han puesto de recogepelotas en el Masters de Tenis de Madrid, porque las utilizan como objetos. Ahora resulta que los recogepelotas son objetos y entonces los chavales que lo han hecho siempre supondrán un claro caso de explotación infantil.
¿Por qué no pueden recoger pelotas las modelos? Le diría a la secretaria de Estado de Políticas de Igualdad, Soledad Murillo, que la única discriminación es la que hace su ministerio negando el trabajo a unas mujeres que viven de su físico y de su imagen, que en ningún caso me parece degradante por recoger pelotas en un evento de prestigio. Pero eso deberían decirlo las propias modelos, a las que nadie obligó a aceptar dicho empleo.
Lo próximo será echar a la calle a mujeres de la limpieza y azafatas, porque limpiar y servir es un acto denigrante para la mujer. Señora Secretaria, no todas las mujeres quieren o pueden trabajar en una oficina como usted y no por eso tienen menos derecho a ganar un sueldo.

En fin, que nos estamos volviendo unos histéricos, aunque quizá no debería usar ésta palabra porque proviene de hyster (útero) y podría ofender a las mujeres.

lunes, octubre 18, 2004

Lunes: Dolor de cabeza

Llevo comprobándolo durante varios años: hay muchos lunes que me da dolor de cabeza. No se a que puede deberse. En principio no tiene que ver con lo que haga en el fin de semana: lo que duerma, donde vaya. Me da un dolor detras de los ojos, luego en las sienes y a veces hasta náuseas. Se me pasa durmiendo y la verdad es que tampoco es un dolor inaguantable. Los martes me despierto bien.
Puede parecer que yo se que es lunes y hago algo por que me duela la cabeza, pero muchas veces no me he dado cuenta de que era lunes hasta q me he preguntado porqué me dolía la cabeza. Es algo muy curioso y algo molesto, sobre todo cuando iba al gimnasio. Tengo que sacar tiempo para volver a hacer ejercicio, aunque no sea ir al gimnasio. 4 horas a la semana por lo menos, que con jugar al fútbol los sábados no basta.
Ayer acabamos el curso de Primeros Auxilios. He aprendido muchísimo. Creo que es una de las cosas más útiles que se pueden saber, simplemente porque puedes salvar una vida.
Todos opinan igual. No hay nadie a quien el curso le haya parecido una pérdida de tiempo y me alegra, porque cuando pensé en organizarlo pensaba que no iba a tener tan buena acogida.
Ha sido la actividad más cara de la asociación éste año, 2100 euros. Esperemos que nos subvencione la Comunidad de Madrid.
Tampoco es muy difícil que haya sido la actividad más cara porque éste año hemos hecho muy poca cosa. Hay apatía entre los socios. La gente no se apunta a las cosas y eso hace que se dejen de hacer. Nos falta apoyo, ayudarnos más unos a otros, o la Asociación acabará disolviéndose.
Yo llevo poco tiempo, pero me apetece aprovechar las ayudas que se reciben si se hacen las cosas de una forma más o menos organizada. Tenemos mucho que ganar por un mínimo esfuerzo y un poquito de dedicación.

jueves, octubre 14, 2004

Red Bull

Ayer, mientras esperaba a que Laura saliese de la autoescuela me tomé un Red Bull. No estaba frío, así que pude apreciar más su peculiar sabor "a jarabe". Y me trajo un montón de recuerdos: de amigos, de borracheras, de fiestas, vacaciones y playa.
La primera vez que probé el Red Bull me pareció muy amargo, pero no me disgustó. Fue en la discoteca Maria Morena, en el Heron City de Las Rozas. Era la primera vez que iba, porque habían llevado allí la famosa Contact que antes estuvo en la sala Fashion de Moncloa.
Yo tomaba vodka con naranja, pero me daba igual Eristoff, Smirnoff o Yurinka.
Aún estaba con mi antigua novia, y salía por las noches con Tomás, Eddie, César y Paco.
El caso es que Tomás, asiduo a las discotecas de dance y progressive (Groove, Radical y todo lo que se le pareciese) me lo dió a probar.
Otro día saliendo del Caprabo me compré dos latas y me las bebí. Así, del tirón. Y se me abrieron los ojos como a un dibujo japonés. Empecé a tener la extraña sensación de estar más despierto que nunca, de que controlaba todo lo que pasaba a mi alrededor. Una experiencia única y mística, algo rarísimo. Si a eso sumamos el priapismo que experimenté a los pocos minutos podríamos decir que sentí sus efectos por primera vez, pero a lo bestia.
Comenzamos a ir a la playa, no solo en vacaciones sino en puentes y fines de semana largos. Y en Benidorm empecé a mezclar vodka con Red Bull. Luego comencé a beberlo con Absolut para tener menos resaca. Juntar Red Bull con alcohol tiene la ventaja de que no te emborrachas, pero la desventaja de que bebes más. Y aunque para el cerebro estuviera con el puntillo, para el estómago me había tomado más de media botella.
En Asturias nos compramos una caja de Red Bull, 24 latas para beberlas entre Tomás y yo.
He llegado a tomarme 10 o 12 en una noche, a tomarlo en el gimnasio, en largos viajes para que no me entrara sueño. Tanto que al final me he vuelto totalmente tolerante. Ahora puedo tomarme uno antes de dormir y no me afecta.
Cuando lo empecé a beber no existía el Burn, ni el Pink Fish, ni el Power Horse ni los cientos de imitaciones que le han salido. Solo existía el Reanimator, y era difícil de encontrar. Hoy en día pedir Red Bull es tan normal como pedir Cocacola.
Ayer recordé todo ésto mientras me bebía la lata. Ahora lo bebo mucho menos, pero me trae buenos recuerdos de otras épocas, de los años que vivía sin pensar en el futuro.

lunes, octubre 11, 2004

El recuerdo de Ana

Hace ya más de dos años que Ana cayó, fulminada, en la plaza de Navarredonda.

Éste fin de semana comenzamos el curso de Primeros Auxilios de la Cruz Roja, organizado por La Galia y subvencionado por la Comunidad de Madrid. Tanto Juan Pablo (profesor de teoría) como Roberto (monitor de prácticas) son dos personas estupendas, que han logrado lo que parecía imposible: mantener a 15 personas despiertas durante 10 horas sábado y domingo, enseñarnos y conseguir que asimilemos lo que nos están contando. Pero no pudo evitar que todos los que lo vivimos recordásemos la muerte de Ana con los mismos escalofríos que nos recorrieron la espalda aquella noche. Como actuar ante una parada cardiorespiratoria, como tener la sangre fría de seguir un protocolo cuando quien está en el suelo es alguien que conoces. Eso no puede enseñarse. Ninguno sabemos cómo vamos a reaccionar en esos casos.
El curso fue realmente interesante. Intenté empaparme de cada frase, de cada consejo o vivencia de los profesores como antaño escuché las historias que me contaba Laura sobre Cruz Roja y SAMUR. Pero ésta vez lo sentía más cerca. Quizá yo pueda hacer algo en algún caso.
No deja de ser un seguro tener en tu entorno a 13 personas entrenadas para dar los Primeros Auxilios. O quizá los últimos, como los que recibió Ana en aquellas fiestas fúnebres en las que la muerte nos miró a los ojos y nos enseñó como se para una vida.

viernes, octubre 08, 2004

Días de Fútbol

Menuda pretemporada estoy haciendo:
- El jueves pasado partido contra los SAPOTO, amigos de la facultad de Sergio
- El sábado contra unos amigos del barrio de Jaime
- El miércoles pachanguita de fútbol sala con los de mi curro
- Y ésta tarde, último(creo) partido de pretemporada contra un equipo indefinido.
Hoy deberíamos tener ya más o menos clara la posición de cada uno. Yo quiero jugar abajo, de lateral, porque arriba fallo más que una escopeta de feria. Tengo que mejorar mucho, para empezar mi forma física, que es lo que tengo que ofrecer al equipo. El entrenamiento es fácil: correr, correr y correr. Y luego, si me sobra tiempo, pues algún tiro a puerta, que tengo la puntería atrofiada. Si, lo reconozco, el fútbol no es lo mío, pero puedo dar mucha guerra y lo mismo sorprendo y todo.

Casi nadie se va de puente en mi oficina. Me parece raro. Seguramente luego en noviembre salgamos todos por pies, a colapsar las carreteras. Y en diciembre ni te cuento, que éste año 6 y 8 son lunes y miércoles. Un puente de 5 días, esos son los buenos. A ver si puedo irme con Laura a algún sitio, que nos lo hemos ganado.

Son las fiestas del Barrio del Pilar. ¡Cuánto han perdido ultimanente, desde que las ponen en el lateral del parque de la Vaguada! Me gustaban más en el descampado de más abajo, donde el metro de Peñagrande. O quizá me gustaban más porque era más pequeño y me hacían ilusión. Las fiestas de barrio ya no tienen ningún interés para mí. No voy a ir a ver a Siempre Así, Tahures Zurdos ni a los Caños pero recuerdo aquellos conciertos de los Celtas Cortos o Los Piratas. Es el único aliciente, los conciertos.
No me llama agarrarme un pedo de garrafón en las casetas, quizá un botellón en el parque me llamaría la atención si no me sentase tan mal el alcohol. ¿Para qué beber?
Tampoco quiero un bocata de grasaza o sí, pero porque son las dos de la tarde y tengo hambre. Eso sí, si me paso ésta noche con mi niña me compro unas patatas recongeladas y recalentadas, de esas con salsas a cada cual más nociva. No son las famosas patatas Ganzo pero me valen igualmente.
Hoy me debería echar una siestecita, aunque sea hasta las cinco, para no ir empanado al partido, pero ya se verá. Cuando acabe de comer a ver como tengo el cuerpo. Comer, comer, me está entrando hambre. Y eso que me he comido mi habitual bocadillo de jamón serrano de los viernes.

El otro día estuve jugando a los SIMS 2, que me lo ha dejado mi colega Emule (lento pero eficaz). No tiene gran cosa, al menos por el momento. Vivo en una chabola y voy a tener que currar como un campeón. Pero por lo menos tiene alicientes que no tenía la primera parte. Seguiré jugándolo. Ya casi no juego al ordenador, me estoy haciendo mayor... o todos los juegos son iguales.

miércoles, octubre 06, 2004

Abriendo puertas

Laura fue antes a la autoescuela para estar más rato conmigo. Dentro de nada tendrá que empezar a estudiar y además éste fin de semana empieza el curso de Primeros Auxilios.
Fuimos a casa a coger las llaves del coche pero no pude entrar. Mi madre se había dejado la llave puesta. Una vez había escuchado que con el plástico de una botella de Coca-Cola se podía abrir una puerta, pero nunca había tenido curiosidad por intentarlo. Fui a casa de mis tíos y les pedí el dichoso plástico y una vez en casa intenté abrir la puerta. ¡Clack! ¡Qué fácil! La verdad es que hoy en día llaman puerta blindada a cualquier cosa. Yo que pensaba ya en cerrajeros, taladros... y resulta que con un simple plástico puedes entrar en una casa.
MORALEJA: Si pude abrir yo que soy un manazas mejor será dejar cerrado siempre que no haya nadie.
Me han vuelto a joder el retrovisor y ya no se ni cuántos van. Algún hijo de puta de los que van a toda leche con el camión de la basura plegando retrovisores... algun cabrón que no sabe que los retrovisores del Corsa no se plegan, se arrancan. Que pena que no se lo tragase la trituradora un día y que primero le amputase las extremidades para hacer más lenta su agonía.
Hala, ya me he quedado a gusto con los basureros de mi barrio.

Esta mañana he visto subir por la Castellana un autobús propulsado por hidrógeno, con su curioso escape de vapor de agua en el techo. Me da rabia ver como una energía tan limpia y ecológica como la del hidrógeno se queda en meros experimentos, en vez de volcarnos completamente con ella y desarrollarla, dejando de lado el petróleo con su CO2. Yo quiero un coche de hidrógeno, que en lugar de contaminar forme nubes. Me imagino un millón de coches en Madrid echando vapor de agua totalmente puro a la atmósfera, me imagino atardeceres magentas en lugar de grises. ¿Cuándo dejaremos de contaminar el aire?

Que contenta se va a poner la Rose cuando la diga que he visto un camión de Super Bock repartiendo por Madrid. Era la cerveza que bebía en Portugal. Aunque claro, teniendo la Mahou, quien quiere la Super Bock.

Hoy como con Laura, la llevaré a que pruebe el delicioso menú de la Escalera del 13. Que bueno está todo, con lo rarito que soy yo para comer.
Y ésta tarde, pachanguita con mis compañeros de curro en el Fernando Martín. Fútbol Sala, que tampoco están para muchos trotes.

lunes, octubre 04, 2004

Duerme conmigo

Un fin de semana tranquilo y soleado. Quizá estemos viviendo los últimos días de un verano atípico, que ha pasado tan rápido que ni siquiera las nubes se han dado cuenta de la llegada del otoño. Laura y yo nos quedamos dormidos, abrazados, con su cabeza en mi hombro. Y sentía tanta tranquilidad que no me habría movido aunque terremotos y volcanes asolaran la Tierra en torno nuestro. Nada podía desvelar nuestro sueño, nada excepto el tiempo.

Quizá el cansancio de haber bajado a Madrid sólo para jugar nuestro segundo partido de pretemporada. Ganamos al equipo del barrio de Jaime y se empezaron a ver detalles que hacen pensar que quizá no seamos tan malos.
El Gran Premio de España de camiones prometía atasco para regresar a Pinilla. Pensé dar un rodeo por Torrelaguna para evitar la zona, pero fue peor el remedio que la enfermedad.
Aun así llegué a la barbacoa-cumpleaños de Bea, que empezó a las tres de la tarde y acabó pasadas las siete, cuando el viento frío nos enseñaba el calendario y mandándonos a por un jersey, como si fuera la madre que viste al niño con seis capas porque ella tiene frío...
Quizá fue el madrugón, o lo a gusto que estoy a su lado, pero me dormí como un niño viendo Días de Fútbol, mientras que los pinillenses que seguían despiertos se divertían en las fiestas de Garganta, el pueblo del otrora mítico Chemote, uno de mis asiduos del fotolog.

Escribió el señor Kutxi Romero, alma de Marea
"...duerme conmigo,
yo te canto, te arrullo,te arropo, te abrigo, te mimo..."

En algún momento me dormí a su lado y aún hoy sigo soñando.

Recaudando para Madrid 2012

Nadie sabe donde estaremos dentro de 8 años, ni siquiera si Madrid será elegida organizadora para los juegos olímpicos, pero el futuro que nos espera es bastante incierto.
Primero, porque el ayuntamiento se ha empeñado en subir año tras año las tarifas para hacer deporte. 462 euros nos ha costado apuntarnos a la liga de Futbol 7 éste año. Eso y trasnochar para coger sitio, porque lo peor es que pagamos como tontos y encima nos peleamos por un sitio.
Si va tanta gente no estará tan caro. Las instalaciones del Instituto Municipal de Deportes son insuficientes, sus empleados unos bordes y los precios altos. Es difícil hacer deporte así, pero es lo que tenemos.
Segundo, porque hoy en día jugamos al fútbol los mismos que jugábamos en cualquier parque hace 12 años. Y no hay relevo, la generación Playstation prefiere jugar en casa, sentadito en el sofá y sin cansarse antes que pegarse cuatro carreras y volver a casa con las manos y las rodillas sangrando.
Y tercero, porque ya no nacen niños. La vida está tan cara que los 2 miembros de la pareja tienen que trabajar para poder pagar el piso. Con 700 euros de hipoteca y jornada completa no hay tiempo ni dinero para nada más. Antiguamente se tenían los hijos primero y luego ya se vería como sacarlos adelante.

Ojalá podamos organizar unos juegos olímpicos, aunque quienes tengan que ir como voluntarios sea nuestra tercera edad.