miércoles, julio 15, 2009

15 de julio de 2009

El día en que la crisis de los 30 me llegó como una bofetada al mirarme a un espejo.

NO QUIERO EMPEZAR A ENVEJECER

A lo mejor no soy tan impermeable como presumía ser. A lo mejor es cierto que la roca se degrada con las inofensivas gotas de lluvia.

O puede que los dos nos conociéramos en el Titanic y me toque congelarme en el atlántico.

jueves, julio 09, 2009

Tú, que duermes a mi lado...

"...no quieres despertar hasta que salga el sol
Dormir juntos los dos." - Lori Meyers

El sol comienza a iluminar timidamente tu cuerpo, como pidiéndome permiso para bañarlo de luz, para mostrar tu belleza al mundo entero un día más.
Con un gesto de aprobación se lo concedo y me quedo mirando como descansas, ajena a todos los pensamientos que cada día te atormentan. Los músculos de tu cara muestran la más absoluta tranquilidad, relajados todavía tras tu último orgasmo.
Intento contemplarte mejor, saliendo de la cama a hurtadillas, tratando de no despertarte.
Te miro un rato más.
Pienso en que no puedo perder mucho más tiempo si no quiero llegar tarde al trabajo.
Tus tenues curvas, que se adivinan bajo la sábana, hacen que de nuevo piense que la vida esta repleta de instantes bellos que merecen ser vividos, aunque para llegar a ellos haya que atravesar momentos duros o monótonos.
Decido agradecer de nuevo al destino el regalo de tu presencia y comienzo a vestirme rapidamente. Apenas sin lavarme la cara, entro de nuevo en la habitación para darte un último beso antes de salir. En la frente, y con un te quiero como firma.
Y tú, para responderme, abres tus inmensos ojos verdes, que me sonríen instantes antes de que lo haga tu boca. Y tu sonrisa se muestra sincera, cargada de cariño. Me emociona.
Te abrazo lentamente, dándote los buenos días en un susurro, para despues levantarme de nuevo y seguir disfrutando de tu mirada, enamorada.
Cierras los ojos.
Vuelves a dormirte.
Yo me voy a trabajar.
Y el sol vuelve de nuevo a ser la estrella que ilumina la habitación.