jueves, agosto 20, 2009

De nómada a sedentario

Yo nunca he tenido pueblo. Mis padres y mis abuelos son de Madrid capital. Eso vale para ser considerado Gato... y poco más. Con 12 años mis tíos alquilaron una casa en Navarredonda: era antigua, de piedra, no tenía ni ducha. Les gustó la zona y encontraron algo en Pinilla. Estuve yendo allí, Semana Santa y verano, hasta que los dueños se subieron a la parra con el alquiler.

Despues de dejar la casa volví puntualmente a casa de Jaime, algún finde.
Conocí a Rosa, que me ofreció con toda generosidad su "hostal" sin apenas tener confianza.
Cuando empecé a salir con Laura apenas pasaba tiempo con Rosa, por lo que me parecía injusto ir a su casa solo a dormir.
Así que empecé a ir a casa de Laura. Lo dejamos y volví a casa de Rosa.
Fue entonces cuando La Galia alquiló la Fragua, una antigua casa rural como local propio. Yo empecé a salir con Marina y se dió la misma situación que antes: pasaba más tiempo en Canencia que en Pinilla, así que cambié el "hostal" por la Fragua.
Pero este verano a algunos socios les molestó que yo estuviera en la Fragua, así que de nuevo me quedé sin un sitio donde dormir.

Decidí que ya estaba bien de vagar de casa en casa, de estar a expensas del resto de la gente, que ya era hora de tener algo propio, donde tener mis cosas, donde poder hacer lo que me diese la gana sin pedir permiso ni sentirme mal. En Pinilla es imposible encontrar casa y si las hay son grandes y caras. Dejé de buscar por allí y empecé a hacerlo por Canencia, un pueblo más grande y con más casas vacías.

Y he encontrado una, pequeña, barata y en buen estado. A partir de septiembre podré hablar de "mi casa del pueblo", podré seguir yendo a ese valle que tanto me gusta y viendo a esa gente que tanto merece la pena. Podré tener mi bici allí, comer lo que me gusta y llevar a mi familia y a mis amigos.

Canencia me gusta, es más grande, pero aún pequeño. Tiene tiendas de comida, polideportivo, el CAPI abre más a menudo. Tiene agua de manantial, un puerto precioso al lado...

Canencia me gusta, aunque mi corazón siga siendo pinillense.

Adios Cajamadrid

Siempre he mantenido que cuando no eres feliz con algo, es mejor cambiarlo. El principal impedimento a la hora de llevarlo a cabo es la rutina, la falta de tiempo, la corriente que nos arrastra a seguir nuestra vida sin cambios, aunque sepamos que estos van a ser para mejor.
Pasa con las relaciones, en las que esperas eternamente que las cosas mejoren y te acomodas mientras tanto en el día a día.
Pasa con las empresas, en las que para darse de alta basta con mandar un SMS y para darte de baja tiene casi que ir a juicio.
Y pasa con las decisiones que tomamos y que vamos aplazando porque nunca son urgentes.
Despues de unos 15 años, ayer cerré mi cuenta en Cajamadrid, harto de pagar comisiones, de recibir tarjetas y seguros que no había pedido, de pagar intereses ridículos por no tener 1000€ en la cuenta.
Me he buscado un banco por internet, en internet todo es más barato y, como mínimo, de la misma calidad. Un banco que, no solo no me quita dinero por tener mi dinero en él sino que incluso me devuelve un poco. Vencer a la pereza de acabar con Cajamadrid me va a suponer al menos 50€ al año.

En un mes de agosto sin mucho trabajo da tiempo para hacer papeleos.

jueves, agosto 13, 2009

Para qué perder el tiempo

Me gusta ver como la gente se va molestando por cosas que antes no les importaban, como van buscando algo de qué hablar, distinto a la monotonía de su día a día.
Hace mucho que desarrollé un sexto sentido que me sugiere en quién puedo y en quién no puedo confiar. Y no recuerdo una sola vez que me haya fallado.
Por eso, y porque no ofende quien quiere sino quien puede, las cosas apenas me afectan.
Marina dice que soy demasiado frío. Yo pienso que reflexivo.
Y casi todas mis reflexiones me llevan a que la vida es demasiado corta como para perder el tiempo comiéndose el tarro con tonterías, buscando problemas con los demás o tratando de vivir otra vida que no es la tuya.
Así que el tiempo que gastaría en enfadarme, guardar rencores y devolver venganzas voy a invertirlo en ser feliz. Sea en el lugar que sea.

A veces me gusta ver como la gente envejece.