martes, septiembre 13, 2016

De como la vida puede cambiar en un momento

Nunca imaginé, al comenzar 2016, que acabaría dando un giro tan radical a mi vida.

En enero vivía en Madrid con mis padres, conducía un Opel Astra azul de gasoil para ir a trabajar a Las Rozas de programador en una empresa privada, de 9 a 18, aunque la jornada se alargaba con bastante frecuencia.

Hoy, en septiembre, vivo en Alcalá de Henares, con Marina. Tengo un Opel Corsa rojo de gas, pero voy a trabajar en bici, de técnico de redes en una empresa pública, de 8 a 15.

El punto de inflexión llegó en mayo, cuando me llamaron para comunicarme que habían llegado a mi puesto en la bolsa de interinos a la que había accedido aprobando un par de exámenes unos meses antes. Tenían un trabajo para mí, pero sólo durante junio y julio.

Tenía que tomar una decisión: dejar un trabajo "fijo" y estresante en el que llevaba 5 años por otro de menor categoría (y salario) en el que solo me garantizaban dos meses.

Y acepté. Decidí dejarlo todo y tomar las riendas de mi vida por un camino incierto que creía que llevaba a un sitio mejor. Mis amigos, los que se alegran de verdad de lo bueno que te pase, me apoyaron siempre, aunque también reconocían que ellos no lo habrían hecho. "No tienes hijos ni hipoteca. Yo no podría"

Era el momento de cambiar mi vida. Y en eso estoy.
Me ampliaron el contrato y me mudé a Alcalá. 
Podía haber perdido y tuve suerte.
Pero la suerte también hay que buscarla.

¿Y tú? ¿Estás a gusto con tu vida? ¿Tienes miedo al cambio?
¿Por qué no te permites el lujo de intentar(sólo intentar) ser más feliz?

La vida es demasiado corta como para posponer demasiado las cosas.
Hay que intentarlo.