miércoles, agosto 03, 2005

La valla

Los madrileños, tras las últimas obras de Gallardón, pasaremos a llamarnos topos en lugar de gatos. Mucho quejarnos pero, ¿y lo bonito que va a quedar todo?. A mí lo único que me molesta es la cantidad de árboles que han talado (13.394 ) y las excusas que han puesto para hacerlo, que la mitad estaban enfermos. Dicen "Por cada árbol que se elimine por las obras de la M-30 se plantarán 14 nuevos ejemplares", o 20, pero seguro que no dan la misma sombra que los que había, algunos centenarios.

El caso es que con tanta obra, hoy en día es fácil encontrar más vallas que árboles en todo Madrid. Esas útiles estructuras de hierro amarillo que tapan zanjas, separan zonas.... y cortan calles. Es la moda más castiza para éste verano, llegas con tu camión, coges una vallita y cortas la calle, a tomar por culo.
Está claro que esto no puedes hacerlo en la Castellana, esto hay que hacerlo en mi barrio, en calles de un sentido, obligando a los coches a desviarse a veces por dirección prohibida. Es mucho más cómodo que buscarse la vida como se hacía antes, cuando no había vallas (aunque algunos ya ponían un contenedor). Cuando acaba la descarga de ladrillos, hormigón, pienso o muñecas Nancy, el camionero y su prole salen por pies, dejando la valla en medio.
Si por lo menos los chavales la aprovecharan para echar un partidillo...
Si hubiéramos tenido vallas en los 80...