Los ordenadores, al fin y al cabo, son como las personas:
Se crean juntando piezas, pasan los primeros instantes aprendiendo cientos de cosas.
Hacen su memoria de programas, imágenes y musica, propios o de otro.
Mientras trabajan acumulan recuerdos, historias, día tras día.
Un día, unos antes y otros después, a veces sin avisar, mueren.
Y, muchas veces, todo lo que tenían se pierde para siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario