lunes, agosto 06, 2007

Entre montañas de cemento

Entre montañas de cemento espero tus rizos
Como agua de un oasis
Tus abrazos como balsa en un naufragio
Es Benidorm mi tumba y mi cielo
El cofre de mis sentimientos
Y aunque nadie comprende que veo en este montón de torres
Para mí tienen cada una su historia
El primer amor olvidado
El segundo amor tan extraño e incomprensible
Que ni el tiempo logrará poner las cosas en su sitio
Ni contigo ni sin ti
Eres la cuerda que me ahoga, pero si la sueltas caigo al precipicio
Y por eso te recuerdo siempre, tras beber de más
En un 14 entre Sierra helada y Finestrat


En un cielo sin estrellas, escribiendo con la luz de dos velas, disfruto de la tranquilidad de Benidorm, lejos de bares, gente y playas llenas, de ruido y algarabía.
Son las 2 de la mañana de un lunes de agosto y apenas se escucha al camión de la basura y algún ciclomotor.
Tomás se ha quedado dormido… otra vez.
Y yo, que he bebido bastante más que él, aquí estoy, escribiendo lo que pasa por mi cabeza… expresando la sensación de libertad que siento ahora mismo.
Que bonito es levantar la cabeza del portátil y ver el mediterráneo… las luces de Alicante a lo lejos.

El borracho de al lado se mueve en el sofá de la terraza. Le he tapado pero no tiene frío y se quita la toalla…otro ciclomotor… y todo sigue tan tranquilo que lo único que escucho es la música que tengo puesta: hoy me apetece Nena Daconte, algo tranquilito y que me ayuda a pensar.

Se me va la cabeza, no tengo sueño, no me quiero ir a la cama.. me apetece bajarme a ver el mar y quizá sea lo que haga, dejando a este hombre durmiendo… no creo que reaccione antes de dos horas…lo justo para que el frio de la madrugada le sugiera irse a la cama.

Me voy a la playa, a sentarme, a mancharme de arena los pantalones, a mancharme de melancolía el alma y de recuerdos la parte de mi cabeza que almacena los buenos momentos, esos a los que solo les falta alguien para poder compartirlos.

Quiero bajar hasta el mar y hacerlo solo, que nadie interrumpa mi momento… solo son 300 metros. Seguro que lo consigo…

Buenas noches.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Entre montañas de cemento se quedó mas de un sentimiento. Y yo también, aquí sigo viendo pasar el tiempo. Sabes niño? se te echa de menos.
Espero escaparme pronto para allá, a ver si puede ser que no pase de septiembre; me debes paraisos perdidos en esa tierra que tanto admiro. Y muchas palabras, porque la tormenta te echó a patadas...una mala despedida :( hoy está igual o peor, puff
Un besote muy fuerte
Cuidat
Baby
PD: oye!! y como que mas chula que los madrileños??jeje será que se me pego de Claudia :P