Hasta en días como hoy me sorprendo de la suerte que tengo de tenerte a mi lado.
Y no me queda más remedio que sonreir
y volver a reconocer que la vida es el regalo más precioso que podemos compartir,
que nada me hundirá mientras esté atado a tus ojos.
Te amo, Marina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario