Aprendió que la vida no es sino competir
una continua lucha contra la pereza
la búsqueda del equilibrio entre sufrimiento y felicidad
Aprendió que por muy frío que fuese el invierno,
siempre le seguiría una primavera
y que por muy cálido que fuese el verano
después vendrían las noches largas
Aprendió a sacar su orgullo cuando se sentía amenazado
y a enterrarlo cuando se sentía amado
Agradecía al sol cada rayo que le bañaba,
que bañaba la tierra que pisaba.
Pero nunca corría con él a su espalda,
para que ni su propia sombra pudiera adelantarle.
No hay comentarios:
Publicar un comentario