martes, mayo 31, 2005

Fiestas 2005

Si me descuido no escribo nada de las fiestas.
¿Me estaré haciendo viejo o las fiestas ya no me motivan como antes?
Recuerdo en años anteriores las fiestas de Pinilla como beber, dar botes, tener resacas y las ganas que tenía de que llegaran. Pero éste año no me han hecho tanta ilusión.
Incluso podía haber bebido, pero el viernes bebí poco y el sábado nada.
Los grupos no estuvieron mal, me tomé unas patatas Ganzo® y estuve a ratos con Lau, a ratos con mis amigos. El sábado por la tarde me lo pasé en grande con los juegos de los niños, quizá disfruté más que alguno y además ganó el equipo con el que yo iba: Los Supremos de Pinilla.
Por la noche me dolía la cabeza, así que despues de cenar me eché un rato. Me desperté a las 3 de la madrugada y salí a la plaza, despeinado, porque tenía mis cosas en el Hotel Casa Rose *****
Despues del grupo nos marchamos hasta el amanecer, escuchando a Iván Ferreiro:
Para que la luna llena
nunca choque contra el suelo
hemos de encontrarnos siempre
a las afueras del pueblo
con todos los besos nuestros
Son preciosos nuestros besos
a las afueras del pueblo...

El domingo que si había convite que si no, al final si que hubo. Y aparecí en la plaza despues de ver como un Fernando Alonso sin ruedas quedaba 4º en Montecarlo. Estuve bebiendo cocacola y comiendo cacahuetes. Despues me fuí a hacer fotos por la sierra, donde un apretón inoportuno me recordó que llevaba un montón de tiempo sin cagar en el campo.
Y tampoco hubo mucho más que reseñar. Solamente que llegué cansadísimo, el sábado no me dejaron dormir con el ruido los que desmontaban el escenario y el domingo los de la gaita y el tambor. Ya podían quitar a esos y a los de las jotas de la perra parda(aunque despertaron espectación los jodíos). La sangría de la Galia volvió a triunfar otro año más.

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