miércoles, enero 28, 2009

El precipicio

Ya no recordaba si ella resbaló hacia el precipicio mientras caminaba con él o ya la encontró agarrada a la roca. Solo recordaba que cogió su mano, que ella le miró agradecida, como si ya no esperase aquella ayuda, como si no la mereciese.
La sujetaba tan fuerte como podía, dándola palabras de ánimo, intentando sacarla de aquel infierno al que parecía abocada. Ella, apática, apenas hacía algún esfuerzo para trepar, para aferrarse a su brazo. Aún así la prometió que no la soltaría, al tiempo que ella le decía que era inútil, que no serviría de nada.

Los dos estaban atados a aquel destino. Él valoraba tanto la vida que la asía sin apenas reparar en que sus fuerzas iban flaqueando a cada momento. Ella simplemente esperaba su final, convencida de que nunca podría salir de allí.
Él cada vez se acercaba más al precipicio, a medida que sus músculos se agarrotaban y llegaban al límite de su resistencia. La quería. No podía dejarla caer.
Ella también le quería. Confiaba en que la soltara, que se largase de allí, que siguiese su vida. Pero cada vez los dos estaban más sobre el precipicio que sobre la roca.
Nadie parecía dispuesto a aparecer por aquel paraje.




Él estaba decidido a no soltarla, y su peso seguía arrastrándoles poco a poco hacia el precipicio. Descubrió que ya era tarde, que sólo si ella hacía el esfuerzo podría salvar a los dos.

Continuó cogido de su mano mientras el sudor y las lágrimas resbalaban por su cara, mientras recordaba los días en los que ambos paseaban sobre verdes praderas.

4 comentarios:

C. dijo...

Realidad o ficción? pq es un poco duro...

Anónimo dijo...

A mi me gusta, es más deprimente de lo que sueles escribir, jejeje, pero no está mal cambiar de registro. ;)

Amapola dijo...

Jou... =(
Menos mal que las cosas han cambiado y todo vuelve a ser pradera.

Amapola dijo...

Me gustaría mucho que escribieras algo...