a la china que vino del sur
que no vendía flores pero regalaba besos
la que cogió mi pañuelo cuando lo lancé al viento.
La que ríe como pocas y sonríe como nadie
La que se resistió a su destino aquella mañana
esquivando al terror y a la muerte
china de los ojos de avellana
dicen que lo que no mata hace mas fuerte
Esta madrugada escribo
a la china que no es china
Cenicienta del revés
que aunque pierda algún zapato
siempre por el duro asfalto
lleva descalzos los pies
Alfonso Menéndez
1 comentario:
Niño! eres lo más encantador que he tenido la suerte de echarme a la cara. Acuerdate de no dormir solo siempre. Un beso enorme.
Chyna
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