miércoles, diciembre 27, 2006

Navidad clinex

Soy un buen trabajador, un hombre de los que hacen empresa. No hay ninguna duda.
El viernes salí de trabajar perfectamente, aún despues de haber dormido poco la noche anterior por la fiesta de la empresa. Fue una noche peligrosa porque de las ¿6? ¿7? copas que bebí ninguna era de Absolut.
No obstante, mi hígado atraviesa un momento de gloria y no recuerdo cuando tuve la última resaca. Cansancio si, pero aquel horrible dolor de cabeza parece haber desaparecido... como tambien el que solía llegarme los lunes por la tarde. Misterios del cuerpo humano.
El caso es que el viernes me dormí bien(despues de ir a ver Cándida al cine y tomar algo) y el sábado me levanté constipado, con mis tapones en los oidos para no escuchar los golpes de la eterna obra de abajo, donde deben estar construyendo una réplica del Monasterio del Escorial. O eso, o están haciendo la casa con Meta4.
Esa tarde teníamos concierto de Alvaro Vázquez, el cantautor oficial de Pinilla. Fuimos Rosa, Elena, Celia, Pablo, Sergio y yo a la Galileo y luego aprovechamos para salir un rato por Moncloa.
Conocí el Saxo, todo un antro con pinta de búnker de la guerra civil. Es el santuario de Pablo y compañía, y tiene su capillita y todo.
Despues fui a llevar a la Rose y me volví a Moncloa (pude aparcar bien porque no había ni Dios). Estuvimos en el Madrid Madriz hasta que el country y los porteros acabaron por echarnos.
El domingo fue una jornada de relax, podría resumirlo diciendo que me pase el día en la cama.
La cena de Nochebuena fue en casa de mis tíos, como suele ser habitual. Despues de cenar estuvimos jugando al Buzz, mi cuñado César y yo ganamos en el de música y perdimos en el de cultura general.
El lunes fue un día de Navidad muy tranquilo, de relax en casa. Tomás vino a verme y estuvimos de tertulia, arreglando el mundo como solemos y hablando, bien y mal, de mujeres. Nada fuera de lo común.
Ayer martes me cogí el día que me debían por mi cumpleaños (que majos los de Matchmind, que el día de tu cumpleaños te lo dan de vacaciones). Como el 14 de diciembre aún estaba en la Coruña pues me pillé el 26.
Tomás y yo nos fuimos a un balneario urbano, a regalarnos un circuito termal+masaje que nos dejo nuevos. Cuando salimos de allí, decidimos seguir con el homenaje al distinguido arte de no pegar ni palo, con una comida en El Gamo. Vaya churrascos que cayeron...

Y así finaliza el largo puente navideño, sin muchos excesos, tranquilo, descansado y divertido.
A ver como se presenta la Nochevieja.

¡FELICES FIESTAS!

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