sábado, septiembre 18, 2004

Venta Marcelino

Ayer se me jodió el reproductor MP3. Y ya es el segundo que me cargo. Encima tengo la manía de no sellar garantías nunca y ahora tendré que buscar el ticket por si sirviese. Que triste es el metro sin música, sin los Despistaos tarareándome al oído:
"Cada vez que vuelvo paso por tu portal, hago un salto mortal sin red y casi nunca caigo de pie..."

Yendo sin música estás más atento a todo lo que pasa, desde el chulito del coche a medio tunear por falta de presupuesto, tan amarillo como feo, sin camiseta a mediados de septiembre y con el chundachunda que debe acompañar a todo especimen de éstos que se precie. Agco es la palabra. Le faltaba la rubia teñida con cara de zorrón al lado.
Sigo caminando y a mi izquierda miro dentro de una tienda de ropa de la calle Viriato donde la dependienta, cansada de esperar clientela, ha decidido montarse la fiesta por su cuenta y baila al son de la canción que suena por la radio. Incluso se permite la licencia de cantar. Ganas de entrar en la tienda se me quedaron, aunque fuera para verla cortarse un pelo.
Tengo sed. En el kiosco de helados Royne que hay antes de llegar al metro me compro una Cocacola por 80 céntimos, que para los tiempos que corren está bien para un chiringuito urbano. Un día me paré a mirar los helados Royne. Creo que llevan ahí toda la vida, una marca mediocre pero que aguanta el mano a mano de Frigo y Camy.
Una mujer sale del metro y pega un grito. ¿O era un estornudo? El caso es que medio vagón se asusta y a mí me sale media sonrisa. Pasa cada cosa.

He estado hablando con Pilar de hacernos una escapadita a Cotos, a Venta Marcelino para desayunarnos un bocata de chorizo frito. He ido al supermercado de aquí al lado, pero el chorizo no me ha convencido. Casi que he preferido jamoncito serrano. Pero es que Fernandez de la Hoz no es Cotos, ni SOGETI Venta Marcelino. Algún viernes nos iremos.


Y pensar que la primera vez que me puse unos esquís fue en Cotos hace 11 años...

Estos días aún hace sol, aunque por las noches refresque.

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