miércoles, febrero 14, 2007

El libro de nuestros recuerdos

Hoy es San Valentín, el día de los enamorados.
Un día que puede significar mucho o no significar nada.
Un día en el que aprovecharé para volver a escribirte, aunque quizá no vayas a leerlo nunca.
Ya no estoy enamorado de tí, eso es cierto, pero sigo enamorado de los momentos maravillosos que pasamos juntos, de todos esos recuerdos que con cierta frecuencia vuelven a mi cabeza.

La capacidad del ser humano para olvidar las cosas malas y recordar las buenas se acentúa en mí hasta el punto de haber arrancado del libro de nuestra relación aquellas páginas desagradables, dejando solo una bonita historia, que es la que guardaré en el armario de mi memoria.
Aún así la papelera, en la que entre muchas otras está nuestra última página, me recuerda que tuvimos malos momentos y discusiones.
Cogiendo ese libro contemplo aquel paseo por el camino que lleva al pantano, con la luna llena sobre nuestras cabezas, sintiendo como el viento anunciaba el fin de un verano que nos resistíamos a abandonar.
Paso la página y veo tu cara nada más llegar a Venecia, cuando tu sonrisa nos obligó al resto a ponernos gafas de sol.
Vuelvo atrás, a las primeras páginas, las del atardecer en la Dehesa de la Villa, las de aquel viaje a Asturias para pasar nuestra primera noche juntos.
Al final del libro le faltan muchas más páginas, es fácil llegar a aquella en la que se dibuja la absurda cena de los desconocidos en Ginebra.
Sonrío y pienso que nunca tuve la oportunidad de aburrirme a tu lado.

......

Podría estar pasando páginas todo el día, quizá el resto de mi vida, pero tengo delante de mí una página en blanco que me he obligado a rellenar con buenos momentos. A medida que pase el tiempo seguiré rellenando folios y más folios, todos los que esta injusta y efímera vida me permita.

Me gustaría poder enseñártelos algún día, me gustaría poder volver a escribirte algún e-mail o hablar contigo por el messenger. Porque, aunque ya no este enamorado de tí y este día no signifique nada, algún día para mí lo significaste todo.

Hoy te escribo y te recuerdo, Laura, por los dos catorces de febrero que vivimos juntos.

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