martes, marzo 20, 2007

Primer escrito desde el purgatorio

No te acerques a mí
si no quieres sentir mi gélido tacto en tus labios
no me hables
si no quieres alimentar mi desidia
no me mires
zarandearme por el viento y por el alcohol
como una jodida alma en pena
¿Qué esperabas? ¿Qué te contara chistes?

Ahora dame otra cuchilla a la que aferrarme
sonríe viendo como mi sangre resbala sobre mi cara
como me retuerzo de dolor mientras, divertida
empujas arena para enterrarme

Sigue riendo desde la boca del pozo
que, en cuanto supere el frío que me atenaza los músculos
saldré trepando entre horribles gritos,
desollando mis dedos
cargando de rencor
alentado por el odio

Y tras vender mi alma al diablo
le pedire fuerzas para mirarte a los ojos
estallar en la más lúgubre carcajada
y verte vacilar, retrocediendo
hasta caer en este mismo pozo.


No hay mayor temeridad para atravesar el alambre

que separa cordura y locura

que la del que piensa que la mejor opción es caer al vacío.



Hace mucho que Madrid 18:15 dejó de ser Madrid y, sobre todo, dejó de ser 18.15

P.D: Ni tan irreal, ni tan bonita

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